Isabel Folgado nace en París.

Su vocación artística se manifestó a muy temprana edad, en la ciudad que fue centro mundial del arte y cuna de grandes artistas. Se vio influenciada  por un sinfín de reproducciones originales de obras de arte que un amigo de la familia impresor les traía a  casa, por lo que siempre ha estado rodeada  de obras de Picasso, Rembrandt, Vermeer, Courbet… y aquello despertó en ella, su afición por el dibujo, intentando reproducir todo aquello que observaba en su día a día. Permaneció en París hasta el año 1972, año en el que se trasladó a España. Continuó sus estudios, comenzando a trabajar en 1980 en el gremio de turismo, y posteriormente en el de la aviación.

En 1986-87 se matriculó en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos  de Burjasot. Con ello aprendió las bases y los procedimientos para perfeccionar su afición, así como las técnicas de Pastel, Sanguina, carboncillo etc., centrándose en la figuración.

Graduada en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València, se define como una artista multidisciplinar. Materializa todo lo que la mente le va dictando, ya sea con el dibujo, la pintura, el grabado, la instalación, la fotografía, el happening… utilizando para ello diferentes técnicas y estilos.

Para ella crear arte, es dejar que el alma se manifieste llegando así al espectador.

Trabaja la abstracción en sus pinturas creando una serie esquemática, base de la armazón de vertical y horizontal sobre la que descansa toda nuestra concepción del espacio, y donde se van elaborando toda una serie de regulares figuras rectangulares, que ella denomina “estructuras de poder”, aquellas que manejan el mundo y lo van destruyendo al mismo tiempo. A través de esas figuras geométricas, a  modo de ventanas abiertas al exterior, vamos descubriendo esos hechos dramáticos de nuestra cotidianeidad. Lamentablemente sólo vemos lo que se nos permite ver.

Isabel Folgado nace en París.

Su vocación artística se manifestó a muy temprana edad, en la ciudad que fue centro mundial del arte y cuna de grandes artistas. Se vio influenciada  por un sinfín de reproducciones originales de obras de arte que un amigo de la familia impresor les traía a  casa, por lo que siempre ha estado rodeada  de obras de Picasso, Rembrandt, Vermeer, Courbet… y aquello despertó en ella, su afición por el dibujo, intentando reproducir todo aquello que observaba en su día a día. Permaneció en París hasta el año 1972, año en el que se trasladó a España. Continuó sus estudios, comenzando a trabajar en 1980 en el gremio de turismo, y posteriormente en el de la aviación.

En 1986-87 se matriculó en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos  de Burjasot. Con ello aprendió las bases y los procedimientos para perfeccionar su afición, así como las técnicas de Pastel, Sanguina, carboncillo etc., centrándose en la figuración.

Graduada en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València, se define como una artista multidisciplinar. Materializa todo lo que la mente le va dictando, ya sea con el dibujo, la pintura, el grabado, la instalación, la fotografía, el happening… utilizando para ello diferentes técnicas y estilos.

Para ella crear arte, es dejar que el alma se manifieste llegando así al espectador.

Trabaja la abstracción en sus pinturas creando una serie esquemática, base de la armazón de vertical y horizontal sobre la que descansa toda nuestra concepción del espacio, y donde se van elaborando toda una serie de regulares figuras rectangulares, que ella denomina “estructuras de poder”, aquellas que manejan el mundo y lo van destruyendo al mismo tiempo. A través de esas figuras geométricas, a  modo de ventanas abiertas al exterior, vamos descubriendo esos hechos dramáticos de nuestra cotidianeidad. Lamentablemente sólo vemos lo que se nos permite ver.